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El prime-time: la reforma horaria que necesitamos

Existe un gran consenso sobre la necesidad de mejorar la conciliación laboral y familiar. Especialmente desde que la Ministra de Empleo, Fátima Báñez, propuso que la jornada laboral acabase a las 18h. Al calor del debate, han surgido otras demandas, como el cambio de huso horario para regresar a la «hora de Londres». Pero no se está hablando tanto sobre la reforma horaria que necesitamos. Algo sencillo de hacer y altamente efectivo. Me refiero al «prime-time» televisivo. Pero vayamos por partes:

Jornada laboral hasta las 18h: Misión casi-imposible.

El plan anunciado por Fátima Báñez sobre el papel mejorará la conciliación familiar y laboral. Y digo sobre el papel, porque a aquellos que trabajen «de cara al público» lo tendrán más difícil para salir del trabajo a las 18. Y contando que el 76% de los españoles trabajan en el sector servicios, parece que no serán mucho quienes se beneficien de esta medida…

¿Os imagináis las tiendas y los centros comerciales cerrando a las 18h como en Irlanda? En una cultura como la nuestra, que alargamos la tarde todo lo posible, parece impensable. Y esto no se puede cambiar en dos días. Todo lo contrario: cada vez es mayor la oferta de compras nocturnas. Como por ejemplo, la «The Barcelona Shopping Night«, que celebró el 1 de diciembre su séptima edición.

Visto que esta reforma horaria dejaría fuera a gran parte de los trabajadores españoles, otras medidas han salido a la palestra. Como por ejemplo, el cambio de huso horario.

El desajuste horario español.

¿Por qué vivimos en un huso horario que no nos corresponde? Para conocer la respuesta, hemos de remontarnos varias décadas atrás. España cambió su huso horario en 1940, estableciéndose en el UTC+1. De esta manera, teníamos la misma hora que París, Berlín y, por aquel entonces, Londres. Al finalizar la guerra, el Reino Unido volvió a UTC+0 (hora de Greenwich), mientras que España se mantuvo en UTC+1. Por este motivo histórico, la ciudad de Vigo tiene la misma hora que Varsovia (Polonia), pese a estar separadas por 2500km. Sin embargo, a 25km al sur de Vigo, cruzando la frontera con Portugal, los relojes marcan una hora menos. Algo que a todas luces parece no tener sentido.

Según esta encuesta para ABC, el 66,8% de españoles verían bien el cambio de huso horario y volver a la «hora de Londres». Pero el hecho de sincronizar nuestros relojes con el «Big Ben» no mejoraría la conciliación laboral y familiar. De la misma forma que el cambio de hora de verano a invierno o viceversa apenas altera nuestro comportamiento

¿Merece la pena volver a «la hora de Londres»?

El Big Ben de Londres
El Big Ben de Londres, marcando la hora UTC+0, a la cual algunos sugieren que debe adoptar España.

Pese a que la idea de volver a «Greenwich» tiene muchos partidarios, algunas voces autorizadas no opinan lo mismo.. Una de ellas es José María Martín, Profesor de Física de la Universidad de Sevilla, que desaconseja que se retrasen los relojes una hora. Este estudio considera que no hay tanta diferencia entre los horarios británicos, italianos y español. Por lo tanto, España no sufre de «jet lag» por emplear el huso de Europa Central. Lo que para el Profesor Martín es vital, es la duración del día en invierno. Y ello depende de la altitud, no del huso horario. A 40º (Londres, Berlín), el día dura 7:30h en invierno. Sin embargo, en Madrid (50º), el día aproximadamente dura 9h. Eso es una hora y media de luz solar en España con respecto a Inglaterra, la cual nos deja mucho mayor margen para organizarnos.

Con una hipotética vuelta a la «hora de Londres», lo único que cambiaría es que entraríamos a trabajar de día en invierno, pero en cambio saldríamos ya aún más de noche que ahora. Pero lo que marca nuestros ritmos de vida son la hora de despertarse y la hora de dormir. Y estos tiempos no los marcan los husos horarios: El despertador nos suena dependiendo a que hora entramos a trabajar, mientras que nos vamos a la cama dependiendo de cuando acaba nuestro programa de televisión favorito. Y es aquí donde entra la reforma horaria del «prime-time».

La importancia del «prime-time»

Familia reunida viendo la televisión por la noche
Familia reunida viendo la televisión por la noche, antes de ir a dormir. Por Evert F. Baumgardner [Public domain]
Una de las costumbres más arraigadas en las familias españolas es la de sentarse todos juntos alrededor de «la tele» después de cenar. Y esto es algo que las cadenas de televisión y los anunciantes saben. Prueba de ello son los más de 25.000€ que cobra Telecinco por un spot de 20″ en prime time, más del triple que a las 3 de la tarde. Esto nos puede hacer ver la importancia del prime-time.

A finales de los 90 y principios de 2000, el «prime-time» solía empezar al acabar el telediario, sobre las 22h. Pero en los últimos años hemos visto como el prime-time se ha retrasado hasta las 22:30 o casi las 23h. Esto ha dado lugar a un nuevo espacio que llenan programas como «El Hormiguero» o «El Intermedio«. Es el denominado «access prime-time«.

A causa de estos nuevos espacios televisivos, el «prime-time» finaliza pasadas las 12 de la noche. Por  poner un ejemplo, la serie de máxima audiencia «Velvet» empieza tras «El Hormiguero», a las 22:40h, y finaliza a las 00:30h. Pero después de la serie, se emite un reportaje con motivo del fin de la serie, que finaliza a la 1:20h. Reportaje que muchos aficionados a la serie verán. ¿El resultado? Se puede dar el caso que un aficionado a «Velvet» se vaya a dormir a la 1:30 de la madrugada. Contando que ha de despertarse a las 7h para ir a trabajar, habrá dormido 5 horas y media como máximo. Y si renuncia a ver el reportaje, se irá a dormir a las 00:30h, para dormir como mucho 6 horas y media. En ambos casos, insuficiente.

El prime-time en otros países.

En Francia, el «prime-time» empieza a las 21h, al acabar las noticias. Si emiten una película, esta acaba como muy tarde cerca de las 23. Sobre esa hora, un francés ya estará durmiendo después de ver su programa favorito. Y como Francia comparte horarios con España, este francés seguramente se despierte a las 7h, misma hora que el español. Con lo cual el francés habrá dormido 8 horas, 1 y media más que un español. Gran diferencia.

Italia es un país con costumbres más cercanas a las españolas. Pero sus horarios de televisión son más similares a los franceses que a los nuestros. Su «prime-time» empieza sobre las 21:15, y finaliza como muy tarde a las 23:30h. Media hora más tarde que en Francia, pero una hora más pronto que en España. Y con los mismos horarios.

Otros países de nuestro entorno europeo, como Alemania o Polonia, aún adelantan más su «prime-time». El Tagesschau alemán se emite a las 20h, mientras que el «Wiadomości» se emite a las 19:30h. Esto permite que el «prime-time» empiece a las 20:15 en ambos países. Estos programas finalizan sobre las 22h, a la cual tanto polacos como alemanes se van a dormir. A pesar de que se levantan antes (generalmente a las 6), duermen sus 8 horas y empiezan el día bien descansados.

Por último, pondré una anécdota personal durante mi última estancia en Canadá en septiembre. Estando allí se emitió el primer debate electoral de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, acontecimiento seguido mundialmente. Pues bien, la hora de emisión del debate fue las 19:00h. El «Debate a cuatro» previo a las elecciones del 26-J, empezó casi a las 23h. Cuatro horas de diferencia entre España y Estados Unidos para un mismo formato. Da para reflexionar…

¿Y qué podemos hacer?

Lo que marca la hora de irse a dormir no es la hora de despertarse, sino la programación televisiva. El «prime-time». Como anécdota personal, contaros que por trabajo algunos días he de despertarme a las 5 de la mañana. Pues bien, la mayoría de mis compañeros no se van a la cama antes de las 00h. Esto significa que en el mejor de los casos dormimos 5h. Así es imposible no tener sueño.

Con tan sólo adelantar el inicio del «prime-time» a las 21:30h, éste acabaría poco después de las 11. Con lo que a las 11:30h podríamos estar durmiendo. Y si mantenemos la hora de despertarse, dormíamos 7 horas y media. Con más energía para empezar el día.

Pocos inconvenientes se me ocurren. Las televisiones no perderían ingresos, ya que la programación se mantendría, solo que adelantada dos horas. Desde luego, mucho más efectivo que un cambio de huso horario, que prácticamente no cambiaría nuestras costumbres.

Y vosotros, ¿qué opináis?. Os animo a dejar vuestras impresiones en los comentarios.

P.D.: He encontrado esta propuesta de abril del PP sobre adelantar el prime-time hasta las 23h. Creo que sería muy interesante su aplicación.

Un comentario en «El prime-time: la reforma horaria que necesitamos»

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